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sábado, 7 de junio de 2014

The French Revolution ("Bad Romance" by Lady Gaga) con Subs

https://www.youtube.com/watch?v=kJULC0jsgdA&hd=1

la voz

https://www.youtube.com/watch?v=PDF8uJv_yy0&hd=1 

la dimension artística

¿Qué es la artística de una radio?
La dimensión artística es la traducción comunicacional del proyecto político. Es decir, las estrategias de producción que se toman para convertir un objetivo en una pieza sonora que pueda interpelar al oyente comunicando un mensaje. En ese texto sonoro está expresada la perspectiva editorial, los rasgos singulares de la identidad de esa radio y la forma en que se decide poner en juego ese contenido apelando a los recursos de experimentación sonora.

¿En qué momentos de una programación hay elementos artísticos?
La artística es un modo de convertir objetivos, intenciones, principios y fundamentos en hechos comunicacionales.
Por eso todo lo que aparece presente en una programación debería responder a una estrategia. Desde el horario en que salen los distintos programas hasta sus nombres, el perfil de los conductores, las ideas plasmadas en sus separadores y las cortinas musicales elegidas como soporte de la enunciación.
De todos modos, si tuviésemos que armar una tipología de elementos artísticos podríamos enumerar acá los principales: las piezas institucionales, las aperturas, separadores, cierres de programas, las publicidades y campañas, los criterios musicales, las cortinas, los efectos especiales, la “selección” de las voces de los conductores (bajo la premisa de pensar qué tipo de voz, no por su “calidad técnica” sino por su expresividad, léxico, tono, carisma, claridad, etc., traduce mejor la idea a comunicar).
Y por otro lado la elección de un formato para producir un contenido es una decisión artística que pone en juego definiciones periodísticas sujetas a la política informativa del medio, al destinatario estratégico, al horario y tipo de programa, y a la competencia que el interlocutor de ese mensaje tiene al decodificarlo.

¿Para qué sirve la artística de una radio?Principalmente para dar cuenta de las definiciones estratégicas de ese proyecto.
La artística es una dimensión porque atraviesa transversalmente cada una de las decisiones del aire. Desde qué voces son elegidas para decir los mensajes hasta los criterios musicales y el ritmo de cada segmento horario.
La artística tiene una doble función indisociable. Por un lado a través de sus formatos constituye el espacio donde la radio se dice a sí misma. Y en ese decirse evidencia una mirada del mundo, algunas alianzas y un modo de apropiarse del lenguaje radiofónico.
Por eso la información puntual de una pieza institucional, cuña, spot, sigla son los datos identitarios por excelencia: el nombre, el dial, un eslogan y el guiño enunciativo puesto en juego en la intención de la voz del texto.
Donde el nombre, dial y eslogan funcionan como coordenadas de ubicación de esa radio.
Por otro lado esos elementos identificatorios funcionan a la vez como disciplinantes del aire. Como elementos de costura de la programación. Piezas organizadoras.
Las tandas mucho antes de ser espacios publicitarios cumplen la tarea del reloj. Marcan el paso del tiempo. Dividen, segmentan.
Las aperturas, separadores y cierres de programas además de ser portadores de sentido son recursos de orden, de articulación del aire. De división de bloques, secciones y contenidos.
En las piezas artísticas se manifiestan los principios de ese medio. Por eso la artística es el espacio de síntesis donde se encuentran lo dicho y el modo de decirlo.
De la discusión forma/contenido, la artística evidencia que esas características analíticas son indisociables en la práctica. La forma dice, el contenido formatea.
Vamos a un ejemplo donde se pone en juego la dimensión artística de una radio. Pensemos que queremos trabajar el contenido “Abuso sexual infantil”. Y que nuestra intención es identificar un destinatario de 8 a 12 años de edad.
Una pregunta inicial para abordar la producción será: ¿qué formas existen radiofónicamente para tratar este tema que puedan ser más apropiadas para dialogar con chicos y chicas de esa edad? ¿Será mejor convertir ese contenido en un radioteatro o conviene hacer un informe periodístico? ¿Recurriremos a formas del género dramático o a tácticas periodísticas clásicas?
Probablemente acordemos que la eficacia de la comunicación esté además de en la claridad del mensaje en la forma asumida para trasladarlo.
Entonces acaso trabajemos, en nuestro ejemplo, con recursos disponibles en el campo de los dramatizados antes que técnicas periodísticas un poco más alejadas de la cotidianidad supuesta de esos niños y niñas.

¿Por dónde se empieza a producir una pieza artística?
Por una idea a comunicar.
A partir de un objetivo, se escriben o buscan textos que mejor expresen la intención esperada. Con ese borrador textual se buscan universos sonoros capaces de “traducir” la intención de ese texto, no necesariamente el texto en términos literales, recurriendo a la capacidad expresiva y experimental del trabajo conjunto del productor y editor de la pieza. En los términos del conocimiento del marco institucional y el perfil de la emisora. Por eso siempre las estrategias de producción deben estar en relación a esas definiciones.
Probablemente seas vos solo/a el/la que redacta, produce, edita y pauta el spot o saca al aire el formato sonoro. De todos modos lo más conveniente es trabajar en equipo porque la creatividad se potencia en el intercambio, el juego y las dinámicas grupales.

¿Cómo se hace una pieza original y creativa?
La creatividad y la originalidad son contextuales. No significan lo mismo en todos lados.
Cuando se produce se lo hace siempre en instancias ya decodificadas, es decir, sin poder desmarcarse de lo ya producido por otros antes. Entonces más que preocuparnos por la originalidad hay que concentrarse en la claridad del sentido del texto disparado.
En esa claridad va la eficacia.
La creatividad conduce a la originalidad. Pero lo original no necesariamente es un valor.
A veces una pieza original es incomprendida o poco útil. De ahí que debamos tener bien en claro que es lo que queremos que suceda con lo que hacemos.
Es cierto que algo original se recuerda mejor que algo ya escuchado con recurrencia. Pero que se recuerde la pieza no quiere decir que se recuerde el mensaje, o la marca, o lo que sea que pretendamos comunicar.
De ahí que debamos intentar un equilibrio entre creatividad y claridad.
Ya que a nuestras exigencias de producción le corresponden prácticas de recepción que no podemos desconocer y donde, por suerte, el destinatario establece con nuestro mensaje sus propias estrategias de negociación y aceptación.
Lo importante es encontrar un modo claro, sencillo y creativo que a la vez de comunicar un mensaje pueda convocar a la imaginación de aquel interpelado para permitirnos dialogar.

¿Qué tiene que tener una pieza para ser “buena”?
Ante todo una idea clara.
Luego una resolución creativa entendiendo a la creatividad como la capacidad de la producción de sintetizar relevancia y atracción. Sorpresa y contundencia. Imprevisto pero claridad. Pertinencia.
Es importante que en esa síntesis la pieza promueva a la acción.
La acción será la consecuencia del mensaje en el que lo recibe.
Por último, que provoque el deseo de volver a oír.

¿Cuánto tiene que durar un spot de radio?
Lo que sea necesario para sintetizar una idea.
El problema de la duración es un problema del mercado, porque los segundos se pagan.
Cambiemos la palabra “duración” por la palabra “intensidad”.
Pensemos entonces que una pieza no pierda su intensidad. Si empieza a perderla, pierde contundencia.
La noción del tiempo está ligada a la concentración. A la capacidad de alguien de prestarle atención a algo. Por eso, más allá de los parámetros convencionales (que dicen que un promedio tipo es entre los 20 y 35 segundos), el tiempo es lo que necesita la pieza para decirse sin correr peligros de matarse a sí misma por dispersa o inconducente.
Si nos gustan las fórmulas hay una bastante sencilla. La ley de las 4 C. Dice que las piezas deben ser “cortas, concretas, completas y creativas”.

¿Cómo se hace para sintetizar una idea en 20 segundos?
Logrando abstraer. Sintetizar es tal vez lo más difícil de la producción. Poder, en poco tiempo y con los menores recursos posibles, decir un mensaje de modo a la vez claro y creativo. Es decir, que llame la atención pero que además le sea útil al que lo escuche.
La mejor manera es pensar de qué modo el texto y los recursos sonoros se complementan.
Pensemos dos universos, uno conceptual y otro sonoro.
Llenémoslos de recursos disponibles. En el primero las palabras, frases, asociaciones textuales, que mejor creamos que dicen lo que queremos comunicar.
En el segundo nuestros sonidos - fuerza. La lista de recursos sonoros, sean estos efectos artificiales o canciones o sonidos naturales, que a su modo y convocados construyen el escenario que facilitará que el texto pueda decirse.
La mezcla de ambos es enhebrar un hilo en una aguja.

¿Cuándo está terminada la producción de una pieza?
Cuando se considera que las ideas de la producción destinadas a la pieza empiezan a repetirse.
La recomendación es: al rato largo de trabajar en la misma pieza, parar, hacer otra cosa, alejarse de esa producción y luego volver a oírla. Ese distanciamiento es clave para el que la hace. Para entenderla integralmente.
La esencia de la terminación está en hacerla oír a otros antes de ponerla al aire.
Identificar sus debilidades. Potenciar sus fortalezas. Intervenirla como una cirugía.
Considerar que la producción creativa es un proceso. Que como tal no puede sino leérselo en continuidad.
Lo que hacemos a través de la dimensión artística es dotar de identidad. Una identidad que responde a una estrategia integral que de todos modos aparece a través de fragmentos en distintos momentos del día. Y que seguramente el oyente la escucha de modo discontinuo.
Se trata de constituir el perfil del proyecto a partir de una estrategia que contiene decisiones de producción capaces de convertir objetivos y principios en fragmentos de aire. Con las leyes del audio.
Si la pieza, una vez al aire, convoca a reflexionar, molestarse, moverse, cuestionar, reír, bailar, enojarse o pensar, a partir de eso escuchado, otra cosa, entonces la pieza empieza a ser lo buscado en el que la encontró.http://radio1iset18.blogspot.com.ar/#

Curso de locución radial

https://www.youtube.com/watch?v=UoS0MWuBm9A&hd=1 



Curso de locución radial de radio nederlandMiniaturaederland

viernes, 6 de junio de 2014

Rubinstein Mozart Concerto 17, 20, 21, 23 & 24.wmv

el guion

el guion

http://es.slideshare.net/valeriabvera1/el-guin-de-radio-28911284

guiones de radio

curso de radio mp3

http://www.ivoox.com/curso-radio-el-guion-radio-audios-mp3_rf_1422047_1.html

media radio

http://recursos.cnice.mec.es/media/radio/anexo/apoyo1.html

El guión radiofónico

 El guión radiofónico

El guión es el instrumento que sirve para planificar cualquier programa radiofónico y, especialmente, para prever todo el material sonoro que será necesario para su producción. En el guión se detallan, por tanto, todos los pasos a seguir y, en función del programa al que nos vayamos a enfrentar, será más o menos exhaustivo. Además, el guión es la pieza clave para que locutores y técnicos de sonido se entiendan y sepan qué es lo que configura un espacio en cada momento.
5.6.1 Los distintos tipos de guión
En radio se puede establecer una tipología de guiones en función de tres variables: 1) la información que contienen; 2) las posibilidades de realizar modificaciones sobre ellos y 3) la forma en que se nos presentan.
Según la información que contienen hablamos de guiones literarios, guiones técnicos y guiones técnico-literarios, siendo éstos últimos los más completos.
- Guiones literarios: Son aquellos que dan una importancia fundamental al texto que deberá leer el locutor o los locutores. Excluyen las anotaciones técnicas relativas a planificación, figuras de montaje, etcétera, y en él solo se señalan, generalmente en mayúscula, los lugares en los que aparecen músicas y efectos sonoros. Por otra parte, en el guión constan indicaciones para los radiofonistas, semejantes a éstas:
Locutora 1 (melancólica): "El estaba allí, sentado junto a mí"
Locutora 2 (riendo): "No digas eso. Jamás estuvo contigo"
-Guiones técnicos: A diferencia del anterior, en este tipo de guiones imperan las indicaciones técnicas, mientras que el texto verbal sólo aparece a medias y, en algunos casos, ni siquiera eso. De hecho, lo que van a decir los locutores se expresa en forma de ítems (locutor 1: entrada noticia; locutor 2: cuerpo noticia, locutor 1: despedida, etcétera), como si se tratase de una simple pauta. Este tipo de guión es el más usado en la radio actual, sobre todo en programas informativos y magazines.
-Guiones técnico-literarios: Son los que contienen toda la información posible. En ellos aparece el texto verbal completo, así como el conjunto de las indicaciones técnicas.
Según la posibilidad de realizar modificaciones, hablamos de guiones abiertos y de guiones cerrados. Los primeros están concebidos para que puedan ser modificados en el transcurso del programa, por lo que presentan una marcada flexibilidad. Los segundos, en cambio, no admiten modificación alguna. Trabajar con uno u otro dependerá de la complejidad de la producción y, sobre todo, de las características del espacio.
Según la forma que presenten, hablamos de guiones americanos y de guiones europeos.
El guión americano se presenta en una sola columna, separando las indicaciones del técnico y las de los locutores mediante párrafos sangrados. En estos guiones, las anotaciones técnicas se subrayan, mientras que el nombre de los/las locutores/as aparece en mayúscula. Además, se acostumbra a dejar un margen a la izquierda para señalar posibles modificaciones.
El guión europeo, en cambio, se presenta en dos o más columnas. La de la izquierda se reserva siempre para las indicaciones técnicas, mientras que el resto (que puede ser una o más), se destina al texto íntegro de los locutores, o al texto en forma de ítems, etcétera.
Es muy importante que tengas en cuenta que estas tres variables son perfectamente combinables, de tal forma que puedes elaborar un guión técnico-literario, cerrado y europeo; o un guión técnico, abierto y europeo; o un guión literario, cerrado y americano..., y así sucesivamente. Una vez más, todo dependerá del programa que vayas a producir.
En el apartado Guiones tipo encontrarás distintos ejemplos que te ayudarán a ver con claridad estos aspectos y a diferenciar con total nitidez los guiones en función de las variables tratadas anteriormente.

 




martes, 3 de junio de 2014

historia de la radio

Historia de la radio

La historia no es un cúmulo aburrido de fechas y nombres que ,finalmente, no sirven para nada. Conocer y comprender la historia de la radio no es un formalismo: es la manera de acceder a los procesos sociales que le dieron -y dan- vida, forma, características, prácticas de producción, usos y costumbres de consumo, lógica, razón de ser. Procesos permanentes y dinámicos que la siguen definiendo y redefiniendo. Todo ello determina qué fue, qué es y qué será hacer radio.
Por eso, vamos a iniciar nuestro recorrido haciendo un breve repaso de las cuatro etapas del medio radiofónico en nuestro país:
  1. 1920 a 1930: Surgimiento, conformación, búsqueda de identidad y sentido.
  2. 1930 a 1960: Consolidación y reinado, el radioteatro y el show en vivo como formatos estrella.
  3. 1960 a 1999 (?): Crisis profunda, redefinición, el magazine como formato excluyente.
  4. 1999 (?) hasta la actualidad: Convergencia multimedia, profundización de sus principales rasgos frente a la “pérdida de identidad” o transformación del resto de los medios tradicionales.
Comencemos por las etapas 1 y 2, el nacimiento y consolidación de la radio, para lo cual te invito a ver un capítulo resumido de “Historia presente”, ciclo de la Televisón Pública que repasó la historia de los medios en la Argentina.

Desde luego, la info es abundante y hay mucha más disponible. Lo que en este momentos nos interesa tener en claro es que:
  • Hubo una primera etapa de la radio, que fue desde su surgimiento en 1920 hasta el comienzo de la década del '30, en la que el medio fue tomando forma, probando, descartando e incorporando para ir definiendo su identidad.
  • Que a los responsables de esa primera transmisión los bautizaran Los Locos de la Azotea -porque hacían cosas raras con cables y fierros en la terraza del Teatro Coliseo-, revela que la sociedad de la época no reconocía esas acciones. Tanto el armado como la transmisión en sí, fueron algo absolutamente novedoso y, de tal forma, llevó un tiempo -aproximadamente una década- hasta que ese “algo” tomara forma, nombre y fuera reconocida por el resto de la sociedad. Los Locos de la Azotea hicieron a la radio e hicieron radio por primera vez.
  • Definida y asentada, entre las décadas del '30 y el '60 vive su segunda etapa, muchas veces llamada “época de oro” -tanto por el reconocimiento social de sus figuras como por el lugar central que ocupaba el medio y el dinero que movía.
  • En este período el consumo de radio fue muy diferente al que conocemos: los receptores eran grandes, pesados y caros, de manera que la familia -y muchas veces vecinos y allegados- se reunían en la casa bendecida por el artefacto para escucharla.
  • El que estuviera dirigida a un público tan heterogéneo -la madre y el padre, los niños, los adolescentes, los abuelos, los tíos, los vecinos y el tío solterón, alrededor del aparato- demandaba un contenido apropiado para este tipo de consumo. Así, el radioteatro -y la radionovela- así como el show en vivo, fueron los formatos absolutamente dominantes.
  • Hacia los '60 habían pasado varias cosas: los radioreceptores habían ido perdiendo peso, tamaño y, sobre todo, precio. Luego, la aparición del transistor terminó de por definir su popularización y consumo individual.
  • Pero no todas fueron buenas noticias: la televisión fue tomando fuerza, masificándose lentamente, y de pronto le aspiró a la radio los formatos -telenovela, show en vivo ante las cámaras-, los realizadores -guionistas, actores, productores- y, obviamente, a los ahora televidentes.
  • La crisis de identidad de la radio fue profunda -le habían sacado el contenido y su lugar ante la sociedad, tenía que refundarse o desaparecería-, hasta que una generación de jóvenes locutores, cuyo mayor exponente fue Cacho Fontana, le encontraron la vuelta realizando el formato llamado revista radiofónica, paradójicamente más conocida por nosotros por su nombre en inglés: el magazine.
  • En esta tercera etapa, la radio encontró su nuevo lugar y razón de ser en la combinación de noticias, humor, música, deporte. Esto fue posible, en gran medida, gracias a que el consumo había pasado a ser individual, facilitando una segmentación en los contenidos y en el tipo de formato -magazine de interés general, deportivo, periodístico, infantil, cultural, etc.- y a que ocupara horarios hasta ese momento secundarios, como la mañana -la tele también le había robado eso-. Por otra parte, el ritmo de vida crecientemente vertiginoso amplió los momentos del día en el que las personas pasaban su tiempo fuera de su casa, alejados del televisor y con la radio como compañía.
HOJA DE RUTA 2
La cuarta etapa es la que podríamos decir que arranca en 1999 y continúa hasta nuestros días. Hacia fines del siglo XX, se registró en nuestro país la primera transmisión de radio acompañada por imágenes transmitidas por Internet usando una webcam en el estudio de una radio de primera línea. Desde luego, la limitación del ancho de banda hacía que más que video se vieran casi fotos, pero no deja de ser un momento simbólico e inaugural -al menos en la Argentina- de la famosa convergencia multimedia.
Desde aquella primera vez por Internet pasaron muchas cosas: las radios comenzaron a tener sus sitios, que en muchos casos luego devinieron en portales de noticias que combinan audios con textos, fotos y videos -y a veces cuentan con archivo sonoro de contenidos ya emitidos-; el ancho de banda se fue, justamente ensanchando y lentamente el acceso a las computadoras y a la red de redes se popularizó. Las emisoras empezaron a complementar el aire con la transmisión on line y luego surgieron las radios que sólo existían en Internet. Asimismo, hicieron su aparición las redes sociales -que se sumaron al e-mail como vía exprés de comunicación entre la radio y su audiencia. Los celulares incorporaron un sintonizador FM, ampliando la cantidad de equipos y electrodomésticos que cuentan con uno. Luego, la aparición y posterior masificación de los smartphones o teléfonos inteligentes, pusieron al alcance de todos -los que tengan uno- a las radios on line de aquí y del mundo.
Todos estos fenómenos -que no agotan la lista ni fueron explicados en profundidad- también afectaron al resto de los medios tradicionales:
  • El diario y la gráfica en general se volcó lentamente a las redes -derivando en portales de noticias- y luego fusionaron las redacciones de papel y virtual. Además, pasó a ser un espacio de profundización y opinión al no poder competir en velocidad informativa con sus propios sitios y los ajenos, capacidad de respuesta que ya había sido largamente puesta en cuestión por la radio primero y por la tele después.
  • La TV, en otros tiempos, tiende a fusionarse con la computadora. Cada vez más contenidos se consumen desde Internet -legales o pirateados- y hasta aparecieron algunos propios de la red -dando nacimiento a nuevos formatos... o a lo mismo de antes pero con otro nombre y en la web-, por lo que el tradicional rol de “programador” pasó a ser ejercido por cada consumidor.
Lo curioso es que mientras la TV y la gráfica están atravesando una profunda transformación en sus características y consumos -se dice que el diario dejará de salir en papel y existirá sólo en código binario y con otro nombre, pero aquí no adherimos a las anticipaciones apocalípticas porque sobran los ejemplos de anuncios fatalistas que nunca se cumplieron-, la radio parece estar reforzando sus rasgos tradicionales. A partir de la convergencia multimedia, la radio es más radio que nunca.
De eso se trata el siguiente capítulo de este no libro: comparar la radio que más conocemos con la que estamos descubriendo mientras se gesta: ir al artículo
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